Qué oportunidades ofrece la automatización en el sector público; cuáles son las principales barreras para su aplicación y cómo afecta a los empleados públicos han sido las cuestiones abordadas en este seminario virtual del Observatorio del Sector Publico de Inetum en torno a la automatización en las administraciones públicas.
Para dar respuesta a estos interrogantes se ha contado con la participación de expertos del sector público, encargados de dar una visión sobre cómo afrontan la implantación de estas tecnologías en sus respectivos organismos, qué casos de uso y qué limitaciones encuentran.
Desde el punto de vista del sector privado, Joaquín Ferrer, Smart Automation BU Director en Inetum, ha abierto el turno de intervenciones en una primera introducción conceptual dedicada a definir las claves en las que aplica la automatización inteligente, tales como procesos muy repetitivos y que afectan a un alto volumen de usuarios y ha realizado una aproximación a la tecnología. “No todo es RPA -Robotics Process Automation-. Existe un abanico de opciones que deben ser implantadas para conseguir una verdadera transformación del servicio al ciudadano” afirma.
En el primer bloque, referido a oportunidades y casos de uso de automatización en el sector público, apunta uno de los ponentes que el debate debería centrarse en cómo aportar inteligencia a determinados trámites manuales, “pocos”, que aún existen en la administración, considerando que desde el año 2015 el sector público está obligado a tener todos sus trámites digitalizados. Si bien, matizan los ponentes, no todos los organismos tienen el mismo tamaño ni han alcanzado el mismo nivel de digitalización.
Además de comentar algunos casos de uso, como el bono social de electricidad, donde se ha aplicado automatización inteligente, los expertos han debatido sobre las limitaciones que impone el marco legal actual para su aplicación en el procedimiento administrativo, “con la esperanza de que con el futuro real decreto de desarrollo de las Leyes 39 y 40/2015, de próxima aprobación, su aplicación quede más planificada”, afirman. Se mencionan como ejemplos, al margen del procedimiento administrativo, la aportación de información adicional no vinculante en fase de borrador y la aplicación de procesamiento de lenguaje natural en información no estructurada, (memorias, escritos de texto libre…) de los que extraer información para facilitar la toma de decisiones.
En cuanto a las barreras, aparece en primer lugar la barrera cultural, entendida como la percepción de la robotización como sustitución de los empleados. Para sortearla, creen necesario realizar una labor de concienciación y empoderamiento del empleado público.
La sobrecarga en las áreas de tecnología y las dudas que genera su aplicabilidad son apuntadas por Joaquín Ferrer. Así lo ha percibido en determinados clientes. “Es necesario reflexionar, hacer una prueba y ver si funciona, con ello eliminaríamos muchas barreras" afirma.
Añaden la existencia de pocas soluciones open source, “lo que dificulta su apalancamiento financiero y tecnológico, sobre todo en el sector público”. Por último, la indefinición que existe en el marco legislativo y el importante papel que jugará la Secretaría General de Administración Digital -SGAD-.
Las principales conclusiones del tercer bloque, dedicado a cómo afecta la automatización al empleado público, pasan por la necesidad de aprovechar el 100% del talento STEAM de la administración. Se apunta una escasez de personal en el cuerpo superior TIC para gestionar estos proyectos y consideran necesario abordar un reciclaje profesional y pedir competencias digitales en el resto de cuerpos de la administración. En este ámbito coinciden en que la clave está en la difusión tecnológica, para sensibilizar sobre distintos conceptos tecnológicos al empleado público.
En el bloque final los ponentes han destacado tareas prioritarias para aprovechar la automatización inteligente en las administraciones, con el objetivo de que estas sean más eficientes y presten servicios de mejor calidad.
El debate ha contado con la participación de:
Y ha sido moderado por Víctor M. Izquierdo, Presidente del OSPI.
Descarga el resumen para conocer las principales conclusiones: