Madrid, 22 de julio de 2020: La apuesta en las organizaciones por el paso de la política de control y presencialidad a la confianza y facilitación que permite el teletrabajo es una de las ideas que ha destacado con fuerza en esta crisis provocada por el Covid-19. Su influencia e impulso dentro del sector público ha sido el tema tratado en el debate con expertos organizado por el Observatorio del Sector Público de IECISA este mes de julio sobre El trabajo en las Administraciones Públicas tras la crisis del Covid-19.
Por primera vez online y moderado por Víctor M. Izquierdo, presidente del OSPI, ha contado con la participación de Ester Manzano, directora general de Administración Digital de la Generalitat de Catalunya; María Pérez Naranjo, directora general de Transformación Digital de la Junta de Andalucía; Óscar Robledo, subdirector general TIC del Ministerio de Hacienda; y Sergio Rodríguez, responsable de la estrategia de Empleado Público Digital en IECISA. Todos ellos reconocen que la cuarentena ha supuesto un antes y un después en la forma de trabajar y que el teletrabajo puede convertirse en una palanca de mejora.
La respuesta de las Administraciones Públicas
La pandemia ha cogido por sorpresa a un gran número de organizaciones que no contemplaban en sus planes de contingencia una situación como la vivida. Uno de los aspectos más destacados ha sido el paso del modo presencial al trabajo en remoto, una práctica que algunos ya habían empezado a llevar a cabo antes de declararse el estado de alarma, pero con la que otros han tenido que familiarizarse de la noche a la mañana para mantener su actividad diaria.
La rápida respuesta por parte de las AAPP y el esfuerzo de los equipos profesionales por adaptarse lo antes posible a la nueva situación han sido claves. La transformación cultural y organizativa que ha vivido la sociedad ha conseguido introducir en pocos días unos cambios que de otra manera podrían haber tardado años en implementarse. Para la Administración Pública, según coinciden los expertos reunidos por el OSPI, este escenario ha ofrecido además la oportunidad de renovar el modelo de gestión y a la vez de ofrecer mejores servicios a los ciudadanos, que reclaman un nuevo modelo de administración.
El reto del teletrabajo: un cambio cultural
Entre las cuestiones planteadas en este debate destaca la mirada al futuro. La introducción del teletrabajo, tal como han afirmado los responsables de las diferentes AAPP presentes en este encuentro, es un gran reto en las organizaciones: exige más confianza en las personas y supone un cambio cultural en la organización del trabajo que deberá estar bien regulado. Para la introducción del trabajo a distancia es necesaria la formación del personal en diferentes ámbitos como los riesgos laborales, la ciberseguridad, la gestión del trabajo por objetivos o la gestión del tiempo. Tampoco pueden dejarse de lado los mecanismos de evaluación y seguimiento que buscan mejorar la actividad.
En la situación actual, la Administración asume un avance en las grandes líneas tecnológicas como son la nube, la inteligencia artificial y automatización, el trabajo colaborativo y la ciberseguridad, que permiten optimizar los procesos y automatizar las tareas repetitivas que no aportan valor. Sin embargo, y en eso también están de acuerdo los participantes en este foro, no solo se trata de tecnología: el principal factor del cambio son las personas que deben asumir una mentalidad de avance para poder identificarse y adaptarse a todos los procesos que facilitan su día a día.